lunes, 9 de septiembre de 2013

Más cuentos para pensar.....

Asesorada tanto por educadoras como por psicólogas infantiles, me documenté bastante sobre como tratar la separación de los padres.

Retomando apuntes de mi carrera universitaria, consideré que la forma más fácil para que los niños comprendan que papá y mamá se han divorciado, era a través de los cuentos desarrollando éstos en tercera persona y usando un lenguaje sencillo, que facilite a los padres la comunicación y a los hij@s, la asimilación del concepto que engloba una separación, que es sin duda, un acto traumático para los progenitores.


Hablando con un lenguaje sencillo formado por frases cortas, conseguimos que nuestros hijos, se identifiquen con el protagonista del cuento, así les es más fácil ir asimilando las causas y consecuencias que han provocado la separación de los padres y, sobre todo quitando el sentimiento de culpa que los hijos sienten, ya que consideran que ellos han sido los causantes de que sus padres ya no quieran convivir juntos.


Al igual que los padres al divorciarse sufren unas fases psicológicas y momentos en el proceso de divorcio, que he comentado en anteriores post, los hij@s, principalmente sienten dos: la aceptación de la separación y/o divorcio y la esperanza de una hipotética reconciliación de sus padres.


Es por ello, que lo más importante que hay que transmitir es que, tanto papá como mamá, le quieren con toda el alma y hacerles quitarse el sentimiento de culpabilidad. Lo ideal sería transmitirles este mensaje conjuntamente, es decir, sentándose ambos junto al niño, pero si no se da el caso, o es imposible porque la comunicación entre ambos padres es nula, hacerlo por separado.

Yo personalmente, hice una recopilación de cuentos y os dejo las referencias de éstos: 

Los fines de semana veo a Papá. Juventud, 2006.
Los hijos ante el Divorcio. Silvia Igualador Villas. Grupo Gesfomedi, 2009.
El Mar a Rayas. Cuentos en favor de todas las familias. A Fortiori.

Gracias a las recomendaciones de María del Camino, Psicóloga y orientadora familiar a la sigo a través de twitter, me encontré con Carlota, una niña feliz hija de padres separados. Os dejo el enlace a la página web de Carlota y al blog que trata sobre su libro. 



Paralelamente, me informé bastante sobre lecturas para los progenitores. Os facilito dos de ellas que me referenciaron, aunque tengo que reconocer que nunca leí. 

Mis padres se separan... ¿y ahora qué? Azoulai, Minou. Madrid: Edelvives, 1996
El divorcio, cómo explicárselo a los niños. Mayle, Peter.Barcelona: Grijalbo, 1982 

Además, encontré algunos vídeos relacionados con esta temática como los siguientes:


A partir de aquí, elaboré un cuento que adapté y que intenta explicar la separación. 
Es sencillo e intenta no dar excesivos detalles que dañen la imagen de alguno de los dos padres. Independientemente de las causas que ocasionaron el divorcio, los niños son de ambos y nunca por el bien de éstos debemos dañar a alguno de sus progenitores, sino al contrario, transmitir el cariño y amor que tanto papá, como mamá, independientemente de que no convivan juntos, sienten hacia ellos.

Erase una vez una princesa llamada (Nombre de hij@), vivía en el reino de "Nombre de la residencia", un lugar dónde existía un enorme lago lleno de patos y donde había un fantástico colegio, y muchos muchísimos niños con quien jugaba todos y cada uno de los días. 

A la pequeña le encantaba bailar y nadar en la piscina así como pintar. Era su afición: pintar muchos, muchos dibujos para sus papás y sus amigos del cole. Además, le gustaba cantar y montar en bicicleta, sin ruedines porque pronto haría seis años.

Sus papás, el rey y la reina, vivían en un lindo castillo que habían construido a base de amor y cariño. El castillo, tenía un pequeño jardín, un parque, una piscina, un colegio...había de todo. Y lo más importante, había muchos amiguit@s para pasárselo bien. La pequeña era muy feliz. 

Pero estaba pasando algo que la niña desconocía,...en el corazón del rey y la reina había crecido la tristeza y la infelicidad, ...cada vez que estaban juntos se sentían aún más tristes pero querían tanto a su niña que decidieron llamar a un doctor.

Así,  un reconocido médico había visitado el palacio, y les había diagnosticado: "Incompatibilidad de caracteres", esto quiere decir, que el rey y la reina son justo lo contrario, a uno le gusta jugar al fútbol y al pádel y a otro le gusta cocinar, pasear y leer., nunca van a estar de acuerdo. Y si siguen juntos pues tendrán cada vez más tristeza y cada vez tendrán menos ganas de hacer cosas juntos...

La niña estaba preocupada, ella quería hacer mil y una actividad con su papá y su mamá, ahora ¿qué pasaría? Si ella quería ir al campo con los dos, a la feria con los dos...empezó a sentirse triste...

El rey y la reina empezaron a pensar en una solución, ellos no querían ver a la pequeña triste porque la querían muchísimo...la tristeza no la dejaría aprender, colorear, jugar,...no podían dejar que la tristeza invadiera su corazón.

Entonces, decidieron construir dos castillos...: El castillo del rey y el castillo de la reina estaban unidos por unas escaleras mágicas, que permitían a la niña ir de un castillo a otro. Era superdivertido, cada castillo era de un color...el castillo de papá era azul, como el mar, como su color favorito,... dentro había un sinfín de cositas que le gustaban: una televisión gigante para ver películas en 3D, balones, raquetas de padel....) tenía una pinta superdivertida.....Además, papá tenía otro pequeño castillo junto al mar y al que iba siempre en vacaciones junto con sus abuelos. Le encantaba ir con papá y bañarse y jugar con el cubo y la pala, hacer castillos de arena, montar en bicicleta…..

El castillo de mamá era morado, el color preferido de mamá y de muchos, muchos colores, porque no sabía cual escoger, le gustaban todos...así que cada habitación la pintó de un color..y en ellas, hacían galletas, dibujaban, contaban cuentos, reían, se preparaban para ir al cole, se bañaban e incluso llegaban a espantar a diario a las palomas que habitaban en su terraza.….

Los dos castillos tenían algo en común, que a la pequeña le encantaban, había mucho amor en ellos, se divertía muchísimo...aprendía y jugaba a diario, unas veces en uno, otras veces en otro.

Se sentía una niña afortunada, ...tenía dos casas, bueno mejor dicho tres,  con lo cual tenía dos cuartos,...a veces había fiestas o cumpleaños en el castillo de Mamá,...y otras veces eran el castillo de Papá,..siempre magníficas!

Nada había cambiado, podía seguir haciendo mil y una cosa con papá y mamá...y ellos cada vez estaban más felices..y todos los días comían perdices...jajajaja